Pronóstico severo para la Puerta de Alcalá: está más deteriorada de lo esperado y necesita una intervención inmediata
Si tienes una cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte, especialmente en condiciones climáticas adversas como la lluvia y la nieve, los residuos orgánicos de los animales, el uso de productos de conservación inadecuados y más de 30 años de exposición al público han causado daños a la Puerta de Alcalá, uno de los monumentos más emblemáticos de España. Para su restauración, el Ayuntamiento planea llevar a cabo una serie de acciones que comenzarán en 2023, incluyendo la completa remoción de la cubierta de plomo que recubre el monumento y la restricción del tráfico en la zona.
Madrileños y turistas tendrán que esperar entre 10 y 12 meses para volver a tomar fotos frente a la Puerta de Alcalá, ya que ese es el tiempo mínimo que tomarán las reparaciones, con una inversión de casi tres millones de euros, según anunció el Ayuntamiento el miércoles. «La última restauración importante se realizó en 1992. Desde entonces, desconocíamos su verdadero estado de conservación», señaló Luis Lafuente, director general de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento, durante la rueda de prensa en la que se informó sobre el deterioro del monumento. Lafuente detalló junto al equipo técnico que los elementos más afectados son las esculturas, algunas de las cuales pesan más de 2.500 kilos, el granito de la fachada y la cubierta de plomo.
Desde su construcción en 1778, la Puerta de Alcalá ha experimentado diez intervenciones, la primera de ellas en 1869, casi un siglo después de su erección. Ya en ese entonces había problemas con el plomo que cubre la parte superior del monumento, y varias secciones se han reemplazado a lo largo de los años. La última sustitución completa tuvo lugar en 1992, pero no evitó el deterioro continuo.
La principal causa de deterioro es la falta de ventilación en la cubierta y la acumulación de agua cuando llueve o nieva. Por ejemplo, la tormenta Filomena que azotó Madrid hace un año y medio afectó considerablemente al monumento. El agua se filtra por debajo del plomo y se acumula, lo que provoca humedad constante que empapa y debilita el granito debajo y oxida los elementos metálicos. Con la restauración, el Ayuntamiento busca reemplazar esta cubierta por una que permita una mejor ventilación.
Además de la humedad, los cambios bruscos de temperatura también han dañado el granito de la puerta y la caliza de las esculturas, causando estrés térmico, que provoca descamaciones, grietas y roturas en la piedra. También influyeron las intervenciones previas, en las que se utilizaron productos y técnicas inadecuadas, como el picado directo de la piedra, para eliminar la suciedad. Esto resultó en manchas, más humedad, áreas ennegrecidas o esculturas debilitadas y con fragmentos faltantes.
Lafuente subrayó que el monumento es «estable», a pesar de necesitar una restauración «profunda» que comenzará en un mes. Entre las acciones planificadas se incluye la retirada y sustitución de todos los elementos metálicos oxidados, la limpieza de la fachada, la reparación de las partes en riesgo de desprendimiento y la sustitución de morteros en mal estado.
En cuanto a la posible modificación de factores externos que afectan al monumento, como el tráfico, Lafuente señaló que la reducción de vehículos en circulación está siendo considerada: «Se llevará a cabo un estudio de movilidad, que incluirá también la plaza de Alcalá. No será sencillo, y somos realistas, no se eliminará todo el tráfico rodado». El equipo técnico enfatizó que el tráfico representa un riesgo adicional de deterioro, pero no es la mayor preocupación.
El director de Patrimonio destacó que la Puerta de Alcalá no está en un museo, donde las condiciones de conservación se controlan rigurosamente, sino que es un elemento urbano al aire libre: «Es un espacio abierto a la ciudadanía, cerrarlo para protegerlo está fuera de cuestión». Por lo tanto, no se planea limitar las manifestaciones o concentraciones de diversos tipos que se llevan a cabo en la plaza y alrededor de la puerta.